El Desarrollo Docente Integral se consolida como una estrategia que articula cinco líneas
fundamentales: Formación Avanzada, Formación Permanente, Formación Continua,
Bienestar Docente y Gestión Académica. A través de esta estructura, la Universidad
potencia el crecimiento académico y personal de sus profesores, ofreciendo
oportunidades de cualificación en maestrías y doctorados, capacitación en metodologías
innovadoras, fortalecimiento de competencias digitales, promoción del bienestar
biopsicosocial y acompañamiento en la gestión curricular.
Este modelo integral busca no solo formar docentes altamente calificados, sino también
garantizar su desarrollo humano, académico y profesional en coherencia con los retos de
la educación superior contemporánea.






Por el cual se aclara el Acuerdo No. 01 de 2012, que adopta las políticas para el Plan General de Desarrollo Docente.