Colombia, very well.
El rector de la UTP, Luis Enrique Arango Jiménez, en su columna semanal se refiere al programa nacional de inglés, 2015-2025, denominado: «Colombia very well».
Colombia, very well
Tal y como había informado en esta columna, el pasado jueves 10 de julio y con la presencia del Presidente de la República, la Sra. Ministra de Educación Nacional presentó oficialmente el programa nacional de inglés, 2015-2025, denominado «Colombia Very Well».
Se trata de una ambiciosa estrategia destinada a mejorar ostensiblemente las competencias en idioma inglés a lo largo de todo el sistema educativo y en la misma fuerza laboral.
De manera anticipada la Ley 1651 de 2013, o Ley del Bilingüismo, había reformado la Ley General de Educación, Ley 115 de 1994, precisando y fortaleciendo en los objetivos de la educación, la adquisición de habilidades comunicativas en una lengua extranjera y autorizando reglamentar con énfasis en la lengua inglesa. Así mismo imponiendo requisitos de calidad, en el caso de las instituciones de educación para el trabajo y el desarrollo humano, en las propias instituciones y para las ofertas de idiomas que estas ofrezcan. Asuntos que todavía son materias pendientes.
Estaba claro que se debía intervenir de fondo si queríamos cambiar la situación que el país está reportando en materia de bilingüismo. Todas las evaluaciones y diagnósticos lo aconsejaban.
Las horas acumuladas dedicadas a la enseñanza del inglés en bachillerato (3 horas semanales, más de 600 durante los seis años), debieran ser suficientes para alcanzar un nivel superior a B2 de acuerdo a los estándares internacionales, si fueran de la mejor calidad y en un ambiente apropiado de aprendizaje.
Los resultados distan mucho de ese ideal; Veamos por ejemplo lo que arrojaron las pruebas saber 11 año 2013, de acuerdo a la clasificación del Marco Común Europeo para la Enseñanza de las Lenguas, que se mueve en tres escalas: Inglés Básico A1 y A2 , Inglés Intermedio B1 y B2, e Inglés Avanzado C1 y C2.
El 54% de los estudiantes tenían un nivel equivalente al que no ha tenido ninguna exposición con el inglés (nivel A0). Un 4% en nivel B1 y un 2% en nivel B2.
Por el lado de quienes egresan de la educación superior, medidos a través de las pruebas saber pro que se practican a los estudiantes a la salida, si bien se denota un progreso, no se puede decir que sea suficiente, veamos: un 27% continúa en la situación A0, sólo un 14 % logra B1 y un 8% alcanza B2.
A las universidades les va un poco mejor con respecto a las IES que no lo son, dentro del mismo criterio, reportan un 22%, 18% y 12% respectivamente.
El resto se sitúan con porcentajes variables en A1, y A2, que aunque significan algún grado de habilidad y conocimiento, son muy básicos, sin atender a los estándares requeridos para el mundo del conocimiento y la competitividad del país.
La estrategia del programa nacional de inglés contempla 13 iniciativas, en cinco componentes, para provocar una verdadera transformación durante los próximos 10 años, con recursos estimados en 1.3 billones de pesos.
Invito a conocer el programa en detalle en este enlace: